El gusto natural por el estilo en Italia proviene de una profunda pasión por la moda, el arte y la creatividad. Los italianos destacan por combinar diversos estampados, seleccionar telas de alta calidad y usar accesorios que combinan lo formal con lo informal, lo tradicional con lo contemporáneo. El país es famoso por su impecable gusto por el diseño. Cualidades como la elegancia, la decencia y la expresividad no solo son apreciadas, sino veneradas en Italia. Los italianos prestan atención a los pequeños detalles, entendiendo que estos matices contribuyen significativamente a una apariencia general atractiva.
Sin importar la ocasión, los italianos son conscientes del estilo. En nuestra vida cotidiana, es común ver a personas realizando actividades cotidianas como ir en bicicleta o hacer la compra, pero vestidas de una manera que irradia moda. Este sentido innato del estilo es testimonio de su naturaleza artística y su afinidad por la estética lujosa.
Sin embargo, la prominencia internacional de la industria de la moda italiana no alcanzó su máximo esplendor hasta la posguerra del siglo XX. Gran parte de este auge se atribuye al aristocrático empresario Giovanni Battista Giorgini, quien reunió los mejores diseños de los mejores modistas y sastres italianos, incluyendo nombres como Pucci, las hermanas Fontana y Capucci.
Estas colecciones se exhibieron en la opulenta Sala Bianca del Palazzo Pitti de Florencia, iluminada por sus lámparas de araña. El atractivo de estos diseños se vio reforzado por su asequibilidad: eran aproximadamente un 30 % más baratos que sus homólogos parisinos. Esta ventaja de precio propició su rápida adopción por parte de los grandes almacenes estadounidenses.
Hay un dicho muy conocido: "Habla inglés, besa francés, conduce alemán y viste italiano". Este adagio refleja el reconocimiento mundial de la moda italiana desde el siglo XI, conocida por su calidad superior, su impecable sastrería y sus lujosos diseños.
La industria de la moda no solo es una parte vital de la economía italiana, sino también un símbolo de nuestra rica tradición artesanal y de excelencia estética. El Renacimiento sentó las bases de esta arraigada pasión por la belleza. Hoy en día, la industria de la moda representa este legado histórico y se erige como una joya de la corona italiana, similar a lo que la industria automotriz lo es para Alemania.
La moda y la sociedad se influyen mutuamente en Italia. Es una relación simbiótica donde la expresión personal a través de la moda no solo es posible, sino que se fomenta. Esta idea se sustenta en el hecho de que la moda es la tercera industria más grande de Italia, lo que resalta su importancia. El entorno en Italia moldea naturalmente el sentido del estilo. Para los italianos, una comprensión y apreciación innatas de la moda parecen ser parte de nuestro ser.